lunes, 18 de marzo de 2013

Juan Montalvo


“Pueblo, si los que te gobiernan dejan de ser gobernantes, y se convierten en verdugos, y te chupan la sangre, y te ofenden y mancillan; la revolución es un derecho de los tuyos, ejércelo” creación de un gran escritor ambateño, sangre ecuatoriana y corazón de libertador, Juan Montalvo.

Doña Josefa Fiallos y Don Marcos Montalvo progenitores de gran joya ecuatoriana lo reciben el 13 de abril de 1832, su hermano fue su trampolín ya que lo ayudo a viajar a Europa y a desempeñar el cargo de secretario de la legación del ecuador; en Europa (parís) conoce a Lamartine famoso literato y fabulista, vuelve a Ecuador en 1860 y es excluido de empleo publico. Vivió en una época de inestabilidad política y de limitaciones hacia las libertades públicas, es decir, una política que no tenia madurez, llegando al punto de no solo afectar a las afueras de su hogar si no también internamente, sin embargo, luchó sin cansancio por sus pensamientos, criterios y libertad de prensa hacia sus compañeros periodistas, siempre sacando a la luz la verdad segada y secuestrada por gobiernos autoritarios, tiranías y clericalismo inaceptable.

Estudia en Quito la educación secundaria en el “Convictorio de San Fernando” y en el “Seminario San Luis”, estudia filosofía en donde sus figuras literarias de preferencia eran Plutarco, Suetonio etc. concluyendo sus estudios en 1851, encaminado ya en su rumbo en la universidad decide estudiar jurisprudencia y filosofía y aquí empieza un arduo viaje que quedara marcado en la historia del Ecuador.

Su tierra natal fue testigo de sus primeras publicaciones oficiales como sus artículos, “la democracia”, sus letras directas y puntuales atacaban fuertemente a Gabriel García Moreno presidente actual de la época, en ese entonces Juan León Mera estaba del lado de ese espíritu conservador y autoritario por ello Montalvo estaba en una lucha ente la injusticia, pero aun así amenazaba al presidente.
A pesar de todas las dificultades se casa con María Adelaida Guzmán, con la que tiene un hijo que muere a temprana edad y una hija de la cual se separa por conflictos violentos se separaran en un futuro. Nada de esto le impidió para continuar con su lucha, en 1866 lanza su periódico “El Cosmopolita” en el que escribe: “¡Bendita sea la tierra donde nace un hombre justo! ¡Desgraciado el suelo donde nada le recomienda a un hombre sino es la iniquidad y la insolencia!”,  con la que se da a conocer él y su talento para escribir ensayos. García Moreno empieza con un mandato mas fuerte y violento lo que hace a Montalvo a exiliarse a Ipiales donde vive hasta el año de 1875 y escribe “Siete Tratados y Capítulos que se le olvidaron a Cervantes”. Luego de un tiempo se entera que Moreno había muerto y exclama “Mi pluma lo mato”.

Mas tranquilo lanza su nuevo periódico “El Regenerador” en el año de 1876 en el que ataca al gobierno de Ignacio de Veintimilla, el cual lo amenaza y tiene que huir de nuevo hacia Ipiales. Se vuelve a saber de en él 1879 en una regio de Panamá en donde publica la obra “Las Catilinarias”, donde escribió: “¿Que republica, que democracia, que gobierno es ese donde ni Corte Suprema de Justicia, ni universidad, ni imprenta, ni altar, ni leyes están en cobro de los arranques insensatos de un hombre sin letras, nociones de moral ni rudimentos de política?”. 
Finalmente una vez desterrado Veintimilla del poder Montalvo retorna y es tentado por ofertas de puestos políticos pero sin embargo el rechaza porque siempre se sintió decepcionado de la política de su nación. Montalvo se enferma con pleuresía y muere el 17 de enero de 1889.

Se puede decir con certeza que Ecuador ha sido cuna de grandes hombres y mujeres luchadoras por sus ideas y firmes en sus decisiones, Juan Montalvo un gran ejemplo de todos ellos marca de un modo extraordinario la literatura ya que por su puntualidad y su audacia en cada letra libero de algún modo al pueblo ecuatoriano de la venda que estaba atada a sus ojos, también dio un golpe a la política dejando como lección que un hombre luchador nunca deja la batalla sin haber dejado todo. 

AUTORA: CAROLINA PLAZA 

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